Durante la historia de la humanidad, se han llevado a cabo prácticas crueles y despiadadas en nombre de la tradición, la religión o la moral. Una de estas prácticas es la que llevaban a cabo los espartanos, quienes arrojaban a los niños nacidos con deformidades a un barranco conocido como el «Lugar de los Descartados». Esta práctica, que ha sido objeto de controversia y debate, es un ejemplo de cómo la discriminación y la intolerancia han sido parte de la vida humana desde tiempos antiguos. En este artículo, exploraremos los motivos detrás de esta práctica espartana y su impacto en la sociedad de la época.
Dónde eran abandonados los bebés en la antigua Esparta: descubre la verdad histórica
En la antigua Esparta, existía una práctica conocida como «exposición», en la que los bebés que nacían con deformidades o que eran considerados débiles eran abandonados en las afueras de la ciudad.
Contrariamente a lo que se cree comúnmente, estos niños no eran arrojados a un abismo o a una fosa común. En realidad, eran dejados en una especie de cripta o cueva natural llamada «apothetae».
En estas cuevas, los bebés eran atendidos por ancianas conocidas como «trofonios» que los alimentaban y cuidaban hasta su muerte o hasta que alguien los adoptara.
Es importante destacar que esta práctica no se limitaba solo a los bebés con deformidades, sino que también se aplicaba a aquellos que no cumplían con los estándares físicos y mentales de la sociedad espartana.
Esta práctica era vista como necesaria para preservar la fortaleza y la pureza de la raza espartana, ya que solo los niños más fuertes y saludables eran criados para ser guerreros y defender la ciudad.
Aunque puede parecer cruel desde nuestra perspectiva actual, la exposición era una práctica común en varias culturas antiguas y era vista como una forma de garantizar la supervivencia de la comunidad en tiempos de escasez y conflictos.
Esta práctica era vista como necesaria para preservar la fortaleza de la raza espartana.
Descubre la verdad sobre los espartanos y los niños débiles y deformes
La antigua ciudad de Esparta es conocida por su férreo sistema de educación militar y su legendaria disciplina. Sin embargo, también se ha hablado mucho sobre la práctica de arrojar a los niños nacidos con deformidades o debilidades físicas a un barranco conocido como el «Apotetlae».
Esta práctica, que ha sido objeto de debate y controversia durante mucho tiempo, ha sido objeto de numerosos mitos y leyendas. Pero, ¿cuál es la verdad detrás de este antiguo rito espartano?
Según los historiadores, la práctica de arrojar a los niños débiles o deformes se remonta a la época arcaica de Esparta, cuando la ciudad-estado estaba luchando por sobrevivir en un mundo hostil y peligroso. En aquellos tiempos, la supervivencia de la comunidad dependía en gran medida de la salud y la fuerza física de sus ciudadanos.
Como resultado, cualquier niño que naciera con alguna deformidad o discapacidad era considerado una carga para la comunidad y se consideraba que no tenía cabida en la sociedad espartana. A estos niños se les consideraba «imperfectos» y se les arrojaba al barranco del Apotelae, donde se les dejaba morir.
Esta práctica, aunque brutal y despiadada, se justificaba en nombre de la supervivencia de la comunidad y la necesidad de mantener una sociedad fuerte y saludable.
En la actualidad, el barranco del Apotelae es conocido como el «Lugar de los Lamentos», y se ha convertido en un lugar de peregrinación para aquellos que buscan rendir homenaje a los niños que perdieron la vida allí hace tantos años.
Aunque la práctica de arrojar a los niños débiles y deformes puede parecer cruel e inhumana a nuestros ojos modernos, es importante recordar que la sociedad espartana era muy diferente a la nuestra y estaba motivada por diferentes necesidades y valores. Aunque no podemos justificar sus acciones, podemos tratar de entender su perspectiva y aprender de sus errores para construir una sociedad más justa y humana en el futuro.
Descubre la impactante tradición de Esparta con los recién nacidos
Los antiguos espartanos eran conocidos por su férrea disciplina y sus duras tradiciones. Pero quizás una de las más impactantes fue su manera de tratar a los recién nacidos que presentaban deformidades físicas.
Según la costumbre espartana, estos niños eran arrojados a un barranco cercano, donde se suponía que morirían por falta de atención y cuidados.
Esta práctica, aunque puede parecer cruel e inhumana a los ojos de la sociedad actual, tenía su justificación en la visión espartana del mundo. Para los espartanos, la belleza física y la fortaleza eran valores fundamentales, y se creía que los niños que nacían con deformidades eran una señal de debilidad y mala suerte.
Además, los espartanos consideraban que los niños debían ser criados para convertirse en guerreros fuertes y saludables, capaces de defender a su ciudad estado en caso de guerra. Por lo tanto, un niño con una deformidad era visto como un obstáculo para este objetivo, y se consideraba mejor deshacerse de él.
Esta tradición espartana ha sido objeto de controversia y debate durante siglos. Mientras que algunos defienden que era una práctica necesaria para la supervivencia de la ciudad estado, otros la consideran un ejemplo de crueldad y falta de humanidad.
En cualquier caso, la costumbre de arrojar a los recién nacidos con deformidades a un barranco es uno de los aspectos más impactantes de la historia de Esparta y un ejemplo de las duras tradiciones que caracterizaban a esta sociedad.
Descubre la verdad sobre el trato de los espartanos hacia los discapacitados
Los espartanos fueron conocidos por su riguroso entrenamiento militar, su disciplina y su cultura enfocada en la guerra. Sin embargo, también se ha hablado mucho sobre cómo trataban a los niños nacidos con deformidades físicas o discapacidades.
La idea popular es que los espartanos arrojaban a estos niños a un barranco conocido como «el Apothetae». Sin embargo, esta idea es en gran parte un mito y no está respaldada por la evidencia histórica.
De hecho, hay evidencia que sugiere que los espartanos tenían un sistema de cuidado para los discapacitados. Según el historiador Plutarco, los niños nacidos con deformidades eran examinados por un grupo de ancianos y si se consideraba que no podían ser ciudadanos útiles, se les asignaba una vida más tranquila.
Esto podría significar trabajar en un oficio, como la cerámica o la carpintería, o incluso ser un guardián de un templo. En algunos casos, se les permitía vivir en la ciudad y recibir asistencia del estado.
Por supuesto, esto no significa que todo niño discapacitado recibiera el mismo trato o que la vida fuera fácil para ellos. Pero es importante tener en cuenta que los espartanos no eran simplemente unos bárbaros que arrojaban a los niños discapacitados a un barranco.
Aunque no hay duda de que la sociedad espartana valoraba la fuerza y la disciplina, también tenía un sistema de cuidado para los discapacitados y no los arrojaba simplemente a un barranco como se cree comúnmente.
En conclusión, la práctica de arrojar a los niños nacidos con deformidades en Esparta ha sido objeto de debate y controversia durante siglos. Aunque algunos argumentan que se trataba de una medida necesaria para mantener la pureza de la raza espartana, otros sostienen que era una práctica inhumana y cruel. Independientemente de la opinión que se tenga, lo que es seguro es que esta práctica ha dejado una marca indeleble en la historia de Esparta y en la conciencia colectiva de la humanidad.
En conclusión, los espartanos arrojaban a los niños nacidos con deformidades a lo que se conocía como «apothetae». Esta práctica era parte de su filosofía de la eugenesia, que buscaba mantener una población fuerte y saludable. Aunque hoy en día esta práctica es considerada inhumana e injusta, es importante entender que los espartanos vivían en una época y una cultura muy diferentes a la nuestra. Es importante aprender de la historia y reflexionar sobre cómo podemos mejorar nuestra sociedad en la actualidad.
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